La decisión del Gobierno de Donald Trump de retirar la inmunidad antimonopolio y poner fin a la alianza entre Delta y Aeroméxico antes del 1 de enero de 2026 traerá consecuencias significativas para ambas aerolíneas, advirtieron expertos.
Francisco Madrid, director del Sustainable Tourism Advanced Research Center (STARC) de la Universidad Anáhuac Cancún, señaló que el fin de esta alianza afectará las eficiencias logradas en la operación conjunta, lo que podría traducirse en tarifas más altas para los consumidores y menor oferta de vuelos entre México y Estados Unidos.
Aunque destacó que la competencia podría aumentar, lo cual también podría beneficiar al pasajero en ciertos aspectos, reconoció que la pérdida de economías de escala será un golpe fuerte, especialmente para Aeroméxico.
Madrid recordó que la aviación mexicana tiene capacidades limitadas, ya que su flota comercial no alcanza ni la mitad del tamaño de una gran aerolínea estadounidense.
Por ello, la ruptura con Delta representa una pérdida de oportunidades de desarrollo y expansión para la aerolínea mexicana. Además, resaltó que las aerolíneas estadounidenses ya controlan el 70 por ciento del tráfico aéreo entre ambos países.
Felipe Mendoza, analista en ATFX Latam, explicó que la medida prohíbe a Aeroméxico y Delta coordinar precios, capacidad y horarios en rutas transfronterizas, aunque se mantendrán los códigos compartidos y los programas de lealtad.
Destacó que el impacto inmediato para Delta será la pérdida de eficiencia operativa en rutas clave entre EU y México, afectando hubs estratégicos como Atlanta, Los Ángeles y Detroit.
Según Mendoza, esta ruptura también implica una caída del 20 por ciento en el valor estratégico de la inversión de Delta en Aeroméxico, dado que la sinergia comercial era el principal atractivo. En el corto plazo, ambas aerolíneas enfrentarán presión en sus márgenes debido al aumento de la competencia.
A mediano plazo, Delta tendrá que rediseñar su red de rutas, apoyarse en los códigos compartidos existentes y buscar nuevas alianzas para compensar la pérdida de coordinación.
No obstante, el Departamento de Transporte dejó abierta la posibilidad de reevaluar la alianza si cambian las condiciones del mercado.
"En síntesis, la situación representa un momento negativo en la calidad de ingresos de Delta y justifica la caída de la acción, pero no necesariamente altera de forma estructural su negocio si logra preservar la fidelidad de clientes y optimizar su operación sin la cobertura de la alianza estratégica", comentó Mendoza.
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