El Consejo Americano de Política Automotriz (AAPC, por sus siglas en inglés), al que pertenecen las tres armadoras de Detroit -General Motors, Stellantis y Ford-, urgió a no subir las reglas de origen del 75% que actualmente tiene el T-MEC porque impactaría la producción y las exportaciones.
En su carta de comentarios enviada a la Oficina del Representante Comercial de EU (USTR, por sus siglas en inglés) resaltó las inversiones realizadas en la región para cumplir con los requisitos del Tratado.
"Desde la entrada en vigor del T-MEC, los fabricantes de automóviles de EU, junto con varios de sus homólogos extranjeros, han invertido miles de millones de dólares para cumplir con los estrictos requisitos de las reglas de origen automotriz (ROO, por sus siglas en inglés)".
Las ROO implican el Valor de Contenido Regional (VCR) y el Valor de Contenido Laboral (VCL).
"Aumentar los niveles de VCR y VCL podría fácilmente llevar a 7 fabricantes de automóviles estadounidenses a posiciones insostenibles en términos de competitividad global, perjudicar las exportaciones estadounidenses y, de hecho, reducir la producción automotriz y de autopartes en EU", advirtió el AAPC.
Enfatizó que ningún vehículo exportado a EU y desde fuera de Norteamérica (México y Canadá) alcanzará jamás los umbrales del 75% de VCR y del 45% de VCL, ni involucrará a trabajadores automotrices estadounidenses en su fabricación.
Bajo ese contexto, señaló que tras haber elevado al 75% las ROO, armadoras de muchos países en vez de cumplir con el T-MEC optaron por pagar el 2.5% de Nación Más Favorecida, de la OMC, y esto detonó las importaciones de EU de vehículos con ese arancel.
Si bien los aranceles implementados en Administración Trump propiciaron Acuerdos de Comercio Recíproco (ART, por sus siglas en inglés) con Japón y la Unión Europea, y próximamente con Corea del Sur, para que ese porcentaje de autos que no cumplen el T-MEC subiera del 2.5% al 15%, hay diversos impactos por el encarecimiento del acero, aluminio y otros componentes que pegan a los socios en Norteamérica.
"Los ART firmados no sólo obstaculizan la capacidad de los fabricantes de automóviles estadounidenses para competir en igualdad de condiciones a nivel nacional, sino que también erosionan el trato preferencial que el T-MEC diseñó para brindar a los fabricantes norteamericanos", sostuvo el AAPC.
A ello suma los aranceles de la sección 232, los cuales imponen costos significativos a los vehículos que cumplen con el T-MEC.
"Estos vehículos enfrentan aranceles de hasta el 25% sobre componentes no estadounidenses y del 50% sobre acero y aluminio no estadounidenses; en cambio, los importados bajo ART están sujetos a un arancel fijo del 15%, independientemente de su contenido estadounidense, mano de obra o fuente de insumos".
Por ello, el AAPC recomienda mantener en gran medida las ROO actuales y armonizar su aplicación en todos los acuerdos comerciales.

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