El presidente de Argentina, Javier Milei, fue recibido como una verdadera estrella en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada este fin de semana en Palm Beach, Florida, uno de los eventos más influyentes de la derecha estadounidense y encabezado por Donald Trump.
Durante su participación, Milei fue ovacionado de pie por miles de asistentes que celebraron su discurso sobre libertad económica, reducción del Estado y defensa del capitalismo. Sin embargo, el momento más comentado llegó al final de su intervención, cuando el mandatario argentino subió al escenario para bailar al ritmo de “YMCA” de los Village People, imitando los pasos de Trump.
El video se volvió rápidamente viral en redes sociales, generando una ola de memes y comentarios que celebraron —o criticaron— el estilo desenfadado del presidente argentino.
“¡Libertad, carajo!”, gritó Milei entre risas y aplausos, mientras agitaba los brazos en sincronía con la música, acompañado de su hermana y asesora, Karina Milei.
La presencia de Milei en la CPAC lo consolida como una figura central del movimiento conservador internacional, alineado ideológicamente con Trump, el español Santiago Abascal (VOX) y el brasileño Jair Bolsonaro.
En su discurso, el presidente argentino reiteró su mensaje de rechazo al socialismo y a lo que llamó “la cultura del Estado parasitario”. También agradeció a Trump por “defender las ideas de la libertad en un mundo dominado por el colectivismo”.
Trump, por su parte, lo presentó como “un guerrero por la libertad y el pueblo argentino”, generando una de las ovaciones más fuertes del evento.
Reacciones divididas
Mientras sus seguidores celebraron la energía y carisma del mandatario, los críticos lo acusaron de convertir la política internacional en un espectáculo mediático. En Argentina, la oposición calificó su aparición como “una distracción circense” ante los problemas económicos del país.
Aun así, el evento reforzó la alianza simbólica entre Trump y Milei, quienes comparten un estilo populista, confrontativo y mediático, donde la ideología se mezcla con el show.
“Fue un show más de Milei, pero logró lo que quería: que el mundo hable de él”, resumió un analista político argentino.

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